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Con mascarillas, gel desinfectante y distanciamiento social, los artistas del Cirque du Soleil en la mexicana Riviera Maya, preparan el acto que presentan en un teatro casi vacío, luego de tres meses de ausencia forzosa por la pandemia de Covid-19.
Personal del espectáculo Joya, una fantasía inspirada en la migración de la mariposa monarca, pide no perturbar a contorsionistas, malabaristas y patinadores que ensayan para la quinta función desde su regreso el pasado 3 de julio.
“Estamos muy felices de volver a los espectáculos durante esta pandemia, de estar aquí para el público”, dice Jamie Sullivan, directora de operaciones del show.
Joya, inaugurado en 2014 por la compañía circense de Quebec en sociedad con una cadena hotelera mexicana, es el segundo espectáculo que reabre en el mundo. En junio reanudó The land of fantasy, que se presenta en Hangzhou, China.
La crisis por la pandemia empujó a la compañía canadiense a solicitar protección judicial por bancarrota. La semana pasada aceptó una oferta de compra de sus acreedores, que servirá como base para su subasta en agosto. Previo al arreglo, despidió en marzo al 95% de sus empleados.
En México, el elenco evita hablar de la crisis. Durante el confinamiento, desde finales de marzo hasta junio, casi todos los artistas, provenientes de 15 países, permanecieron en el país, informó Sullivan.
“Joya” es el primer espectáculo residente del circo en América Latina y se exhibe en un teatro construido especialmente para la obra, que dura 80 minutos y donde participan 30 artistas y 280 técnicos.
Quintana Roo (sureste), el estado donde queda la Riviera Maya, está en máximo nivel de alerta epidemiológica, según los criterios del gobierno mexicano. Hasta el lunes, sumaba 6 mil 285 infectados y 800 fallecidos por covid-19.
Por ello, el aforo se limita a 30% del teatro, equivalente a 200 de los 650 lugares disponibles.
En todo México, hay 349 mil 396 contagios y 39 mil 485 decesos. (iM-rrc)